antes: lo que vale la pena
Una cosa fue clara: tenía que no esconderme más. No reprimirme, no fingir, no hacer lo que no quiero hacer. No ser sumisa.
Así las cosas se fueron aclarando de a poco...
¿Quién soy?
Soy una persona única.
Soy alguien que se equivoca a menudo (más de lo prudente), pero que es capaz de aprender de las equivocaciones.
Soy flexible, me opongo a aquello obstinado, intransigente o voluntarioso. No niego que a veces he sido aquello que me disgusta... pero no quiero ya odiarme más, quiero que ese pensamiento me impulse a mejorar como persona. Por eso trato de estar con la mente abierta y sensible a escuchar otras ideas.
No soy pertenencia de nadie, pertenezco a mí misma. Pero soy capaz de compartir mi vida con personas que amo.
Me preocupo cuando veo sufrir a alguien. Aún más si yo soy la causa. Me propongo hacer lo que me sea posible para detener ese sufrimiento.
Soy enojona, exploto fácilmente.
Soy cobarde, evito los conflictos hasta que es demasiado tarde.
Soy curiosa, me gusta entender y darle vueltas a las cosas, hasta saciar mi hambre de respuestas.
Estoy vertida hacia adentro. Me quedo con mis sentimientos a solas y los analizo con violencia. No los comparto con cualquiera. Sólo los comparto con aquellos que creo que sabrán escuchar, apreciar y aceptarlos.
Yo soy una persona y merezco respeto, y tengo el deber de respetar a otros.
¿Qué es lo que quiero?
Quiero ser yo misma y vivir mi vida. Quier cometer mis propios errores. Sufrir y/o reír cuando sea necesario.
Quiero estudiar y trabajar. Quiero aprender y saciar mi curiosidad de vida.
Quiero recibir lo que me de la vida y arreglármelas lo mejor posible con lo que tengo.
Quiero ser aceptada y comprendida, respetada a pesar de mis defectos.
Pero no quiero ser juzgada. Quiero construir yo misma mi vida y compartirla, pero no quiero que alguien pretenda construir mi vida en mi lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario